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Un buen cepillado, la base de unos dientes sanos

En las diferentes entradas que hemos publicado hasta ahora hay un punto recurrente: la necesidad de mantener una buena higiene bucal. Un correcto cepillado diario es la base de la salud bucodental, independientemente de que tengamos alguna afección o no. Por eso hoy queremos dedicar esta publicación a la forma correcta de lavarse los dientes. Aunque todos creemos que sabemos limpiarnos los dientes adecuadamente, los dentistas podemos asegurar que esto no siempre es verdad. Por este motivo queremos explicar las claves de cómo se realiza un buen cepillado y ayudaros a tener una limpieza óptima.

Lo primero sería la elección del cepillo. Es importante que sean de cerdas de consistencia media, (las blandas se usan para después de una cirugía) para no dañar el esmalte ni irritar la encía. Aunque el cepillo eléctrico es muy eficaz, porque sus movimientos nos ayudan en la eliminación de la placa y los restos de comida, un cepillo manual puede ser igual de efectivo si se utiliza la técnica adecuada. Es muy importante lavar bien el cepillo después de utilizarlo y dejarlo en posición vertical sin taparlo, para que se seque adecuadamente y prevenir el desarrollo de bacterias. Por otro lado, es importante cambiar el cepillo cada 2 o 3 meses, ya que pierden su forma y, por tanto, su efectividad se reduce.

Si seleccionar un buen cepillo es importante, elegir una pasta adecuada no lo es menos. En este momento podemos encontrar una amplísima gama de productos que nos ayuden a reforzar nuestros puntos débiles, ya sean las encías, dientes sensibles o la caries. De forma más general, recomendaríamos una pasta fluorada, ya que refuerza el esmalte de los dientes, sin embargo hay que tener cuidado de no tragársela pues su ingesta puede afectar al estómago. No es necesario usar mucha cantidad, con una bolita del tamaño de un guisante es suficiente.

Con el cepillo y la pasta preparada podemos comenzar a lavarnos los dientes. La parte exterior de los dientes hay que cepillarla desde el borde de la encía hacia abajo o en círculos en un ángulo de 45 grados. En las muelas debemos apoyar las cerdas en las parte superior y hacer movimientos de dentro hacia fuera. Tampoco podemos olvidar la parte interior de los dientes, que muchas veces no consideramos importante, pero aquí se acumula tanta placa y restos de comida como en el exterior. Para una correcta higiene de esta zona hay que inclinar el cepillo apuntando con la cabeza hacia el borde de la encía y realizar movimientos hacia abajo. Es importante cepillar cada diente, por lo que un lavado habitual no debe durar menos de dos minutos, alrededor de 30 segundos por cuadrante. Otro lugar que normalmente se olvida es la lengua y mejillas. El cepillado de la lengua hay que hacerlo suavemente para evitar que se dañe el tejido, con esto eliminaremos bacterias y se previene el mal aliento. Este proceso hay que repetirlo al menos dos veces al día, por la mañana y antes de acostarse, aunque es recomendable incluir una tercera vez a lo largo del día.

Finalizado el cepillado tenemos que limpiar los espacios interdentales en los que también se acumulan restos. Lo más habitual es utilizar hilo dental. Necesitaremos un trozo de alrededor de 45 cms, sujetarlo entre los dedos pulgar e índice y pasarlo entre los dientes para colocarlo por debajo de la parte más superficial de la encía. Hay que tener cuidado de hacerlo con suavidad para no dañarla. Una vez colocado se debe envolver la parte interior del diente, haciendo una forma de C, y sacarlo siguiendo la curva del diente hacia abajo. Es importante utilizarlo porque con esto reduciremos considerablemente el riesgo de caries y enfermedades de las encías. El hilo puede ser sustituido por cepillos interdentales, que se introducen entre los dientes para eliminar los restos de comida, u otros productos que utilizan el hilo sobre aplicaciones que facilitan su manejo.

Si quieres una higiene aún mayor puedes completar el proceso con un enjuague bucal. Estos productos, al igual que las pastas, pueden ayudarnos a reforzar algún aspecto de nuestra salud dental que sea especialmente delicado, además de favorecer la reducción de placa y del mal aliento. El enjuague hay que hacerlo después de tener la boca completamente limpia tomando un pequeño sorbo y moviéndolo alrededor de la boca durante 30 segundos.

Con estos consejos seguro que mejoraréis vuestra salud dental y evitaréis la formación o desarrollo de las enfermedades bucodentales. En cualquier caso, si tienes cualquier duda acerca de tu higiene bucal o crees que puedes tener alguna afección no dudes en consultarlo con los profesionales de Dental Laser. Tenemos una amplia experiencia en todo tipo de dolencias y los tratamientos más avanzados para ayudarte a mantener una salud bucodental perfecta.

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